La saga de carreras Colin McRae, conocida actualmente como DiRT o DiRT Rally, nos ha dejado con unos cuantos títulos en los que hemos tenido que presionar el acelerador a fondo para hacernos con la victoria en infinidad de circuitos. No obstante, la primera entrega de todas quiso ir más lejos todavía al apostar por un toque más siniestro todavía con uno de sus easter-eggs más curiosos.
Para poder presenciar este acontecimiento, es necesario introducir el código "NIGHTRIDER" y acto seguido elegir el circuito Corrigin de Australia. En ese momento, la iluminación cambiará por completo al tener que competir de noche por esta pista en la que hay un lugar que no está bloqueado por carteles u otros coches. Si bien el juego y la propia carretera te sugerirá ir hacia la derecha en un instante en concreto, puedes ignorarlo perfectamente y salirte fuera por el lado izquierdo.
Sin embargo, debes estar mentalizado de que tu coche ya no volverá a ser el mismo. En otros juegos te saldrían avisos para volver al lugar correcto, pero aquí comienzan a producirse unos sucesos paranormales. Para empezar, el coche se irá frenando poco a poco y a continuación perderá toda la batería, provocando que las luces se apaguen. Da igual que intentes arrancarlo por todos los medios posibles, porque no habrá manera.
Después de todo esto, se empezarán a escuchar de fondo toda clase de sonidos extraños hasta que un foco iluminará desde el cielo al coche. Como si fuera una película de ciencia ficción, el coche será abducido por un grupo de alienígenas hasta que se presencie un fogonazo enorme que devolverá al vehículo a la pista donde estaba.
En un primer momento, parece que no ha pasado nada, pero al recuperar los controles es cuando se descubre un peculiar efecto que ha causado que la parte de arriba del coche no pare de balancearse como si fuera una masa de gelatina. Tal vez los extraterrestres le hicieron algo al coche o al propio conductor para que tenga esas visiones que le hagan creer que su vehículo se mueve así de raro. En cualquier caso, siempre es una delicia encontrarse con easter-eggs tan curiosos en los videojuegos.
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